Así es como el bótox ha revolucionado la estética

Agatha Christie decía: “Cásate con un arqueólogo. Cuanto más vieja te hagas, más encantadora te encontrará”. A pesar de esto, no solemos encontrar agradable que nos vayamos arrugando con los años. Pero no todas las arrugas son feas. La buena noticia es que hoy la dermatología moderna permite elegir qué arrugas debemos dejar y cuáles podemos eliminar para envejecer con elegancia y discreción. Y en este sentido el bótox ha supuesto la revolución del rejuvenecimiento sin cirugía.

"El bótox no se empezó a usar para eliminar arrugas, fueron los oftalmólogos los primeros en usar este fármaco en su especialidad"

Botox es un nombre comercial de la toxina botulínica. Hoy es la técnica estética más realizada en el mundo. De hecho, me atrevería a decir que el desarrollo de las técnicas estéticas en la medicina moderna se puede dividir en dos etapas: la etapa AB o antes del bótox, y la etapa DB o después del mismo. El bótox ha cambiado la forma de practicar la dermatología estética, ya que por primera vez se ha desarrollado un fármaco que actúa sobre el origen de determinadas arrugas: el músculo. Pero no vayamos tan rápido: el bótox no se empezó a usar para eliminar arrugas, sino que fueron los oftalmólogos los primeros en utilizar este fármaco en su especialidad.

En espasmos o tics

El bótox se utilizó por primera vez con fines médicos en los años 80 para el tratamiento de espasmos o tics de los párpados y para el estrabismo u 'ojos bizcos'. En ocasiones, el músculo de los párpados se contrae de forma excesiva, enfermedad llamada blefaroespasmo, por lo que el paciente no podía ver. De hecho, muchos pacientes con esta enfermedad estaban en la ONCE. Hasta que llegó el bótox y les permitió ver de nuevo.

En el estrabismo u 'ojos bizcos', uno de los seis pequeños músculos que mueven el ojo está más débil. El bótox también se empezó a utilizar para relajar el músculo opuesto obteniendo como resultado que el ojo quede alineado.

Los padres del bótox para estética

En los años 80, Jean Carruthers, oftalmóloga que trabaja en Vancouver (Canadá), comentó a su marido, Alastair Carruthers, dermatólogo, en la típica 'charla de alcoba' que cuando utilizaba bótox para mejorar el estrabismo a sus pacientes, las arrugas del entrecejo mejoraban. A raíz de esta observación, el matrimonio realizó un estudio en su personal de la clínica, y en ellos mismos, con él para mejorar arrugas de expresión del entrecejo.

Por este hallazgo se considera al matrimonio Carruthers como los 'padres' del descubrimiento más importante en dermatología estética: el empleo de toxina botulínica para rejuvenecer. A raíz de este hallazgo, dermatólogos y cirujanos plásticos de todo el mundo comenzamos a utilizar la toxina botulínica para relajar los músculos que producían arrugas de expresión. En el año 2002, la FDA aprobó su uso estético en EEUU y en España se dio este paso en el 2004.

Tener veneno en la piel

El bótox en realidad es una 'toxina'. Todos hemos oído hablar del botulismo, uno de los mayores venenos que existen. Sabemos que una lata de conservas 'hinchada' puede ser peligrosa para la salud. La razón es que puede indicar que el envase tenga toxina botulínica y pueda causar botulismo. También la toxina botulínica es considerada un 'arma biológica', ya que su capacidad letal podría ser utilizada para eliminar personas.

De hecho, la palabra 'botulismo' tiene su origen en el latín y deriva de 'botulus', que significa 'salchicha', refiriéndose a la intoxicación por salchichas enlatadas en mal estado que contenían la bacteria Clostridium botulinum.

Cómo funciona

La toxina botulínica es una neurotoxina, es decir, que altera la comunicación entre los nervios y los músculos. Si una persona enferma de botulismo, todos los músculos del cuerpo se paralizan y se puede morir por parada respiratoria.

Lo que hay que dejar claro es que lo que contiene el bótox es una mínima parte de la sustancia que segrega la bacteria del botulismo. En la inyección no hay absolutamente ninguna bacteria, nada vivo. Lo que contiene es una mínima parte de la proteína que produce esa bacteria, la cual localizamos en un músculo concreto que queremos relajar.

Los efectos son temporales. Después de la inyección, los nervios que están bajo su acción comienzan a ramificarse para crear nuevas uniones entre el nervio y el músculo. Esta 'reconexión' puede tardar varias semanas hasta que en 3 meses el músculo empieza a recibir nuevas órdenes para contraerse.

El efecto sería similar a cuando nos rompemos una pierna y estamos escayolados unas semanas. Cuando nos retiran la escayola podemos mover la pierna, pero nuestros músculos están más débiles. Progresivamente vamos recuperando la fuerza en la musculatura hasta volver a tener la misma fuerza que antes.

¿Qué tipo de arrugas elimina?

Básicamente hay dos. Las dinámicas o de expresión son las arrugas que se forman al gesticular, y están fundamentalmente alrededor de los ojos y de la boca. Por otro lado, están las estáticas, que no cambian apenas con las distintas expresiones de la cara, y son fundamentalmente las arrugas o surcos que van de la nariz a las comisuras de la boca (surcos nasogenianos) y las que van de las comisuras de la boca al mentón (líneas de marioneta). El bótox solo actúa sobre las arrugas dinámicas o de expresión.

Cómo saber si una persona lleva bótox

Quería compartir con vosotros tres signos que 'delatan' que una persona se ha inyectado bótox:

1. Las cejas de 'mala' o de Mefisto. Cuando al elevar las cejas, estas quedan 'en pico', quiere decir que probablemente esta persona lleva bótox. ¿La causa? Al relajar los músculos del entrecejo o de las patas de gallo, los músculos de la frente se vuelven más activos y tiran hacia arriba de las cejas produciendo esa mirada característica. ¿Cómo evitarlo? La clave es relajar también los músculos que están justo encima de las cejas inyectando bótox en esa zona para prevenir esta mirada tan poco natural.

2. Arrugas en la raíz de la nariz al reír, o lo que llaman los americanos 'bunny lines' o 'arrugas de conejo'. La razón está en que al relajar los músculos del entrecejo se contraen más los músculos de la nariz, produciendo este gesto característico al reír. Se puede evitar inyectando bótox en la zona de la raíz de la nariz para prevenir estas arrugas.

3. Falta de expresión en general. Cuando una persona no puede fruncir el entrecejo ni elevar las cejas ni tiene patas de gallo al sonreír, lo lleva. La causa es una excesiva dosis. Se trata inyectando la dosis adecuada de bótox que haga que se relajen los músculos, pero que ¡no se paralicen! Mark Twain decía que sus arrugas solo indicaban lo mucho que se había reído.

La técnica estrella durante la pandemia

Os voy a dar tres razones por las cuales ha sido la técnica estrella durante la pandemia por coronavirus:

1. Actúa sobre las zonas que se ven al llevar una mascarilla. El bótox es un relajante muscular y al inyectarlo conseguimos 4 efectos: elimina las arrugas del entrecejo, mejora las patas de gallo, mejora las arrugas de la frente y abre la mirada al elevar las cejas. Todas estas zonas son visibles si llevamos mascarilla.

2. En las videollamadas fruncimos el entrecejo transmitiendo una expresión de preocupación. El bótox, al relajar el entrecejo, consigue que nuestra expresión sea más amable y que la persona que está al otro lado del teléfono o del ordenador se sienta más cómoda al hablar con nosotros, ya que al no fruncir el entrecejo no damos sensación de estrés o preocupación.

3. Al mejorar la expresión de tristeza, nos mejora el estado de ánimo. Está demostrado no solo que si nos vemos bien nos sentimos mejor, sino que si el cerebro detecta que no realizamos gestos de preocupación o estrés, tendemos a eliminar mentalmente estas emociones. Ya lo describió Charles Darwin en 1872 y lo llamó hipótesis del feedback facial. Según ella, la expresión facial tiene una gran influencia en cómo nos sentimos. Y esta teoría se ha demostrado ahora con el uso de bótox.

Su uso en muchas otras enfermedades

En España, más del 50% de las aplicaciones del bótox es para usos no estéticos. Los dermatólogos lo utilizamos para eliminar el sudor en personas con hiperhidrosis, los oftalmólogos para tics o en niños con estrabismo, los neurólogos para distonías musculares y migrañas, los rehabilitadores para el manejo de determinados dolores y para tratar la parálisis facial, etc. Por lo tanto, no es justo considerar al bótox como un fármaco frívolo, sino que su correcto uso puede ayudar a mejorar la calidad de vida de muchas personas.

En resumen, el bótox, utilizado en buenas manos, es una técnica magnífica para verte mejor y para prevenir arrugas 'educando' y relajando determinados músculos faciales. La clave está en usarlo en dosis bajas, relajando más que paralizando los músculos, y manteniendo la expresión del paciente. Jean Paul defendía que “un rostro sin arrugas es un pliego de papel en el que no hay nada escrito”. Además, se ha extendido a otras especialidades convirtiéndose en un fármaco seguro y eficaz para prevenir y tratar no solo el envejecimiento facial, sino muchas otras enfermedades dermatológicas, oftalmológicas y neurológicas.

Decía Julia Roberts: “Tu rostro cuenta una historia y no debería ser una historia sobre tu camino a la consulta de tu dermatólogo estético”. Si un día decides utilizar bótox, ponte en buenas manos. Puede producir resultados maravillosos o terribles, según la técnica de inyección.

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