¿Cómo afecta a la espalda de las mujeres tener el pecho grande?

La mujer puede tener el pecho demasiado grande de manera natural o por modas que llevan a las mujeres a hacerse retoques estéticos que luego resultan muy incómodos e inconvenientes. Últimamente, hemos visto en prensa y redes sociales algunas influencers o actrices que se han sometido a una reducción mamaria por los inconvenientes de tener un pecho grande. Incluso aquellas mujeres que se habían puesto prótesis mamarias de gran tamaño se han vuelto a operar para colocar prótesis de un tamaño más razonable.

Sin duda, uno de los motivos puede ser las molestias que genera la prótesis de silicona (con una cierta rigidez) dentro de unos tejidos que son blandos.

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Pero, por otro lado, el sobrepeso que generan unas prótesis o unos pechos grandes puede afectar a nuestras columnas. Diferentes estudios no han conseguido establecer una relación directa, pero sí han encontrado una cierta relación. En ocasiones, se ha visto que otros factores pueden verse también añadidos. Sería por ejemplo el hecho de que los pechos de mayor tamaño se hayan visto en mujeres que a su vez presentan sobrepeso y, por lo tanto, serían aquellas que menos ejercicio realizan.

En cualquier caso, el sobrepeso anterior sería, en primer lugar, causa de cifosis dorsal y en consecuencia dolor en las dorsales que aumentaría a medida que la mujer se fuese haciendo mayor. Con la edad, nuestros tejidos y la musculatura de la espalda se debilitan y nuestras espaldas ofrecerán menor compensación a un peso excesivo anterior. Además, con el aumento de cifosis dorsal, tendremos un aumento de lordosis lumbar compensadora, por lo que no será raro encontrarnos con que la paciente aqueja más dolor lumbar que dorsal. También una cifosis dorsal dará lugar a una lordosis cervical excesiva compensadora que colocaría a las facetas cervicales en tensión y propensas a una degeneración temprana.

No existe una solución mágica

Desde luego, no existe una solución mágica ni estamos proponiendo que todas las mujeres con pechos de mayor tamaño se operen para reducirlos. Sin embargo, aquellas que sufren dolor en sus columnas deben de valorar esta opción. Siempre después de llevar a cabo opciones de tratamiento no quirúrgicas como, por ejemplo, asegurarse de llevar un sujetador adecuado en cuanto al tamaño y, sobre todo, a su colocación.

El peso anterior también podría estar dando lugar a cambios posturales, con una tendencia a caminar tirado hacia delante, por lo que las terapias dirigidas a la corrección postural también nos ayudarán.

Si la paciente además presenta sobrepeso, debemos animarla a que pierda peso mediante dieta y ejercicio. El ejercicio, además, potenciará la musculatura y reforzará los ligamentos y tejidos.

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La valoración de la paciente también debe pasar por un estudio exhaustivo que incluya una radiografía telemétrica para valorar las curvas de la columna. En nuestros centros de Madrid y Barcelona, el Instituto Clavel cuenta para ello con el escáner biplanar de baja radiación EOS, que permite medir los ángulos y distancias y estimar de esa manera cómo puede estar afectando el sobrepeso anterior.