Mindfoodland
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Paso I: Somos lo que comemos y el planeta también
... O cómo entrenarte en Mindful Eating para mejorar tu salud y la de la Tierra
Lo que comemos tiene una enorme influencia sobre nuestra salud y también sobre la salud del planeta. La producción de alimentos es ya responsable de buena parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, que están provocando el cambio climático y son una de las mayores causas de la pérdida de biodiversidad y destrucción de ecosistemas (como los bosques tropicales) a nivel mundial. Y, con el aumento de la población, se espera que su impacto no deje de crecer. Pero revertir esta preocupante tendencia está en nosotros.
No sé si conoces la dieta LiveWell de WWF y sus 6 principios para mejorar tu salud y la del planeta: comer menos carne, aumentar el consumo de vegetales, evitar el consumo de alimentos procesados, comprar alimentos certificados, comer más variado y no malgastar alimentos.
"Vivimos para el 'tener' y por ende, para el 'hacer' y muy poco, o nada, para el 'ser' o el 'estar'. Más que humanos somos hacedores"
Para facilitar tu evolución hacia este tipo de dieta, hay una herramienta muy potente como es el Mindful Eating. La Alimentación Consciente o Mindful Eating supone comer con contención y con atención. Comer es una actividad natural, saludable y placentera para satisfacer el hambre, sin embargo, en nuestra cultura de la abundancia, comer es a menudo un acto inconsciente y que puede ser generador de muchos estados de deficiente gestión emocional, que el mindfulness te puede ayudar a mejorar, o simplemente a escoger mejor tus alimentos en base a una alimentación sana y en armonía con la naturaleza.
Y esto es debido a que cuando practicas Mindful Eating, o cualquier forma de Mindfulness, sientes de forma espontánea y natural una inmensa gratitud por la madre naturaleza. Ese estado de gratitud es la razón principal en la que se apoyaría tu cambio de hábitos hacia una alimentación respetuosa con tu salud y la del planeta, como la dieta comentada propuesta por WWF. Ese sentimiento de gratitud es la clave del Mindfulness Medioambiental, sobre el que vamos a profundizar en esta columna.
A partir de hoy, y si te gusta lo que lees en este blog, que Alimente ha puesto a tu disposición y a la mía, voy a intentar ejercer como tu entrenador personal en Mindfulness Medioambiental, para lo cual voy a compartir contigo mi propio bagaje como explorador de técnicas como el Mindful Eating, mindfulness, neurociencia, el cambio climático y el Kimwanismo.
Empecemos por lo más básico: El Kimwanismo, los Kimwanis y su simple modo de vida, que te va a facilitar, como metáfora, que te sea más sencillo tu entrenamiento en Mindfulness Medioambiental.
Los Kimwani viven en lo que mucha gente identifica como 'el paraíso': 34 exóticas islas tropicales, en el Norte de Mozambique y sur de Tanzania conocidas como Archipiélago de las Quirimbas, que dan nombre al Parque Nacional de las Quirimbas, una de las mayores reservas marinas del mundo y que tuve la suerte de conocer en 2015 y, a partir de ahí, iniciar un camino de aprendizaje sobre la sabiduría de los Kimwani y su traslación a nuestra sociedad.
"La FAO y la OMS ya han avisado sobre la importancia de la agricultura familiar campesina y los mercados de proximidad"
A pesar de ser muy pobres y de que su gran reto diario es llegar a poder comer cada día, se sienten tremendamente felices gracias a la sencillez de sus vidas, a lo que se suma un excelente clima, mucha pesca alrededor y una baja penetración del progreso Muzungu (denominación de los extranjeros en el Archipiélago).
Los Kimwani han renunciado a muchas ventajas del progreso, que consideran absolutamente innecesarias, a cambio de no tener que estar hipotecados en términos de consumismo de por vida. Lo que implica que no tienen que vivir para él 'hacer', ni mucho menos para el 'tener'. Y sí para disfrutar de las cosas pequeñas y sencillas de la vida. Algo, que a nosotros los Muzungus, se nos ha olvidado.
Los Muzungus, vivimos para el “tener” y por ende, para el “hacer” y muy poco, o nada, para el “ser” o el “estar”. Más que seres humanos somos seres hacedores. Y, para más inri, practicamos unos hábitos de vida y de alimentación muy poco saludables para nosotros y para la biosfera.¿Te has parado a pensar lo mal que comemos los Muzungus, a pesar de que todos sabemos, y entendemos, que somos lo que comemos?
La alimentación insana se ha convertido hoy en día en una pandemia que causa grandes estragos en nuestra salud y la del planeta, cuyas principales causas son sistémicas y estructurales, al haberse convertido la industria alimentaria en un potente lobby con gran capacidad de condicionar los sistemas de producción, el consumo alimentario y las decisiones políticas de los gobiernos.
La primera causa de nuestra alimentación insalubre son los alimentos procesados. Que suponen un alto porcentaje de nuestra dieta, a pesar de que la mayoría de los Muzungus somos conscientes del exceso de azúcares, grasas y sodio que contienen, además de los miles de aditivos químicos, un tanto misteriosos, como los endulzantes artificiales, los conservantes, los saborizantes artificiales, las grasas trans sintéticas, el glutamato monosódico o los colorantes, que contienen, que están por todas partes y que nadie ve gracias a la connivencia de las administraciones y la industria alimentaria.
"El etiquetado aporta más opacidad que transparencia, e impide a veces al consumidor acceder a información precisa"
El alto precio de la alimentación sana, respecto a la insana, es la segunda causa de lo mal que comemos los Muzungus. El incremento de costes que supone la comida ecológica es difícilmente alcanzable para la mayoría de la sociedad, que sigue consumiendo ingentes cantidades de alimentos procesados.
La industrialización de la comida es la tercera causa que ha supuesto la desaparición de los sistemas alimentarios locales de base familiar, centrados en la producción de alimentos saludables, cercanos y de temporada. En cambio, la industria alimentaria fabrica los alimentos con una alta carga de componentes insanos. Una buena noticia: la FAO y la OMS ya han comenzado a predicar sobre la importancia de recuperar la agricultura familiar campesina y los mercados locales alimentarios de proximidad, como pieza clave en la lucha contra la mala nutrición, el hambre y el cambio climático.
La publicidad es la cuarta causa de por qué comemos así de mal los Muzungus, ya que la industria y las grandes superficies invierten miles de millones para que reduzcamos nuestra capacidad real de decidir conscientemente. Es increíble, por ejemplo, cómo la sociedad permite que se atraiga a los niños a los establecimientos de comida rápida con juegos y juguetes.
Y la quinta y última causa del mal comer Muzungu es el etiquetado, que en la mayoría de los casos aporta más opacidad que transparencia. Tiende a desorientar, más que a informar, impidiendo al consumidor acceder a la información precisa sobre el alimento que va a comprar. Algún día el Big Data y una buena App de realidad aumentada acabarán con la complejidad de la mayoría de las etiquetas, con poco espacio dedicado a describir ingredientes y procesos y mucho espacio dirigido a potenciar la marca.
Pero cambiar nuestros hábitos alimentarios no es tarea fácil. Más de una vez seguro que has pensado en las dificultades de emprender ese camino, tanto por armonizarte con las cinturas de tus faldas o pantalones como por tu propia salud. Es ahí donde reside la potencia del Mindful Eating como herramienta para el cambio. Y la del Mindfulness Medioambiental si, además de tu salud, quieres trabajar en pro de la salud del planeta.
Mindful Eating significa 'Comer Consciente', invirtiendo tiempo (t.i.e.m.p.o) en degustar los alimentos, disfrutando del aquí y el ahora. Disminuir la velocidad al comer es una de las herramientas más poderosas en Alimentación Consciente. Puede parecer demasiado complicado en medio de la vorágine del día a día. Sin embargo, cuando somos capaces de disminuir la velocidad, somos capaces de saborear cada bocado, de expandir la experiencia y, por ende, de conectar con la satisfacción de comer.
Y en esa reconexión con el acto de comer, la senda la vas a encontrar señalada por nueve simples consejos inspirados en el feliz modo de vida Kimwani:
- Consejo I “Coge de la naturaleza solo lo que necesites”
- Consejo II.- “Cuida tu cuerpo”.
- Consejo III.- Disfruta de los sentidos.
- Consejo IV “Simplifica tu vida”.
- Consejo V. “Vive con la luz”.
- Consejo VI: “Cuida de los tuyos”.
- Consejo VII “Cuida tu Alma”.
- Consejo VIII. “Comparte contigo y con terceros”.
- Consejo IX. “Sé feliz en el trabajo”.
Consejos que iremos desbrozando sesión a sesión y que espero te sirvan como motor del cambio hacia una vida más en sintonía con tu salud alimentaria y la salud del planeta. Bienvenido a Mindfoodland y a tu proceso personal de e-concienciación, futuro Kimwani.
Lo que comemos tiene una enorme influencia sobre nuestra salud y también sobre la salud del planeta. La producción de alimentos es ya responsable de buena parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, que están provocando el cambio climático y son una de las mayores causas de la pérdida de biodiversidad y destrucción de ecosistemas (como los bosques tropicales) a nivel mundial. Y, con el aumento de la población, se espera que su impacto no deje de crecer. Pero revertir esta preocupante tendencia está en nosotros.
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