Revolución verde
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A ti también te gustan las verduras (aunque no lo sepas)
¿Qué ocurre con las verduras para que tengan tan mala fama? ¿Por qué es tan difícil que los niños quieran comerlas?
A todo el mundo le gustan las verduras, pero aún no lo sabe. Esta es la máxima que me repito y repito todos los días para motivarme y dar a conocer el mundo vegetal. Para convencer a cada detractor de mi pasión vegetal, de lo divertido, sano y rico que es comer verde.
Llevo más de 20 años dedicado a la gastronomía, soy cocinero y, desde hace ya más de una década, tengo mi propio negocio, en el que doy de comer verduras, verduras y más verduras; son mi pasión y, con el tiempo, me he dado cuenta de que la razón de más peso por la cual cocino verduras y las como sin parar es porque las adoro.
Las verduras son más versátiles y divertidas que cualquier otro producto, aunque para la mayoría sean un mero acompañamiento
A menudo se comen verduras por razones que no tienen que ver con la gastronomía. Cuántas personas las toman cuando quieren estar a régimen, o porque tienen alto el colesterol o elevado el nivel de ácido úrico, o porque nos obliga el médico por algún que otro problema de salud... Y aunque yo desde pequeño he comido de todo, tengo aún algún trauma con alguna de las verduras más conocidas y responsables del desprecio gastronómico al que están desterradas.
Pero hay un motivo por el cual la gran mayoría de personas o no come mucha verdura o las come poco. Ese motivo es que nos las han cocinado mal, muy mal… fatal.
Aún tengo esos recuerdos de la infancia del azufrado olor a coliflor sobrecocida que había en la cocina cada vez que mi madre la cocinaba, ¡qué horror! La cantidad de pan y bechamel o mayonesa que he comido para poder pasar el mal trago de comer coliflor o aquellas infumables judías verdes color guardia civil con patatas desechas o el famoso repollo rehogado o los incomestibles guisantes con jamón (que no era jamón, eran las partes duras o el tocino que sobraba de la pata del jamón).
La cocina casera, la de toda la vida, ha sido despiadada con el verde
Yo cocino verduras porque me gustan, como verduras porque me encantan y siempre seguiré cocinando verduras porque son mucho más versátiles y divertidas que cualquier otro producto; aunque, si las comparamos con carne y pescado, está claro que para la mayoría siempre serán un mero acompañamiento.
Mi intención es explicar cada semana algún producto que esté de temporada, contaros sus virtudes y cómo cocinarlo de una manera distinta para que comer verduras no sea un suplicio y pase a ser algo normal y divertido.
La cocina tradicional tiene un recetario rico y básico, pero esta cocina casera, la de toda la vida, la que nos han preparado en casa, ha sido despiadada para con el verde, y las técnicas tradicionales han masacrado texturas, aromas y sabores en el mejor de los casos, y en el peor han sido tapadas con sabores a ajo, jamón y pimentón.
Las verduras cocinadas de una manera más liviana, justas cocciones y potenciando su sabor, sin enmascararlo, hacen de ellas algo divino digno de ser comparado con el mejor plato de carne y pescado. Cada semana hablaré de un producto y de cómo sacarle el mejor partido.
Porque a todos os gusta la verdura.. ¡pero aún no lo sabéis!
A todo el mundo le gustan las verduras, pero aún no lo sabe. Esta es la máxima que me repito y repito todos los días para motivarme y dar a conocer el mundo vegetal. Para convencer a cada detractor de mi pasión vegetal, de lo divertido, sano y rico que es comer verde.
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