Cortisona: el fármaco incomprendido

Decía Facundo Cabral que “los años solo arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma”. En medicina hay muchos miedos irracionales. Uno de ellos es el miedo a la cortisona.

Recientemente una amiga me mandó unas fotos de una dermatitis que le había salido en la piel. Le recomendé una crema con una cortisona suave. A los 5 días le pregunté cómo estaba y me dijo que fatal. Me extrañó, por lo que le dije: “¿Te has aplicado la crema?”. Y ella me contestó: “No, porque llevaba cortisona.”

Hay un elevado porcentaje de pacientes que tienen corticofobia, es decir, fobia a la cortisona. Muchos nos preguntan en la consulta: “Doctor, esa crema no llevará cortisona, ¿verdad?”. En un estudio recientemente publicado se demostraba que un 50% de los pacientes con psoriasis no compran las cremas recetadas por el dermatólogo si estas llevan cortisona.

Qué es la cortisona

La cortisona, también llamada esteroide, es una molécula que produce nuestro cuerpo, la glándula suprarrenal, que está encima del riñón, de modo natural y nos sirve, entre otras muchas cosas, para prepararnos para combatir el día a día.

Esta glándula suprarrenal produce la cortisona bajo el nombre de cortisol. El cortisol tiene sus niveles más altos en sangre alrededor de las 8:00 h y sigue fabricándose durante todo el día, alcanzando sus niveles más bajos hacia las 3:00 de la madrugada. Esta hormona interviene en el metabolismo del azúcar, las grasas, el sueño y la inmunidad. Es una respuesta al estrés crónico, es decir, el día a día, mientras que la adrenalina es una respuesta al estrés agudo, como una situación de peligro puntual.

Ha salvado muchas vidas

En 1950, los doctores Kendall y Philip S. Hench fueron galardonados con el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento de la cortisona. Fue sintetizada por primera vez por el laboratorio Merck. Desde entonces, a pesar de la mala fama que tiene, este fármaco es uno de los mejores medicamentos que existen. En medicina, la utilizamos en enfermedades donde existe inflamación como la artritis, el asma, enfermedades autoinmunes, cánceres, etc. En dermatología, la cortisona es muy usada en alergias, dermatitis, psoriasis, vitíligo, picaduras, enfermedades ampollosas graves, lupus eritematoso, etc, tanto en adultos como en niños y bebés.

En caso de covid-19

La cortisona se ha confirmado como la primera molécula capaz de demostrar su eficacia para reducir la mortalidad entre los casos graves de covid-19. Esto es una excelente noticia, ya que se trata de un fármaco barato, accesible y que tiene unos efectos secundarios conocidos y controlables. Como sabéis, la principal complicación del covid-19 es la 'cascada' inflamatoria, que es la verdadera causa de mortalidad de la enfermedad. Esta reacción inflamatoria se puede prevenir con el uso de cortisona.

Cómo podemos tomarla

• Por boca
• Por inhalador y spray intranasal
• En colirios para los ojos
• En cremas
• Mediante una inyección
• A través de todas estas vías, la cortisona actúa produciendo un potente efecto antiinflamatorio y mejorando muchas enfermedades

Cuidado con los efectos secundarios

Como todos los fármacos, la cortisona tiene sus posibles efectos secundarios. Cuando se utiliza en dosis altas por vía oral o intravenosa durante mucho tiempo, puede producir retención de líquidos (hinchazón en la parte inferior de las piernas), hipertensión arterial, cambios de humor, molestias de estómago, subida del azúcar y aumento de peso, con depósitos de grasa en el abdomen, la cara y la parte posterior del cuello.

Efectos sobre la piel

La cortisona es un fármaco magnífico, pero su abuso en cremas puede producir efectos secundarios en la piel. Uno de ellos que vemos con frecuencia en la clínica es la 'rosácea por cortisona', es decir, un tipo de acné que se produce en el rostro en personas que llevan usando cremas con cortisona durante meses.

El tratamiento consiste en suspender la cortisona y regenerar la piel que se ha hecho 'dependiente' de la misma. Otro efecto secundario de la cortisona es la aparición de 'estrías' en la piel, que se producen por el uso continuado de cremas con este fármaco.

Cómo evitar sus efectos secundarios

Me gustaría daros dos consejos:

• Utiliza dosis bajas o intermitentes (días alternos) tanto si la tomas en pastillas como en cremas. El empleo de este fármaco a dosis bajas y con periodos de descanso hace que disminuyan los efectos secundarios de forma exponencial.
• No suspendas la cortisona de repente. Si tomas cortisona oral durante mucho tiempo, tus glándulas suprarrenales pueden producir menos cantidad de cortisol natural. Para darle tiempo a tus glándulas suprarrenales para que recuperen esta función, debes reducir la dosis en forma gradual.

Qué es la cortisona 'soft'

A los dermatólogos nos gusta mucho recomendar cremas con corticoides porque pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de adultos y niños con picores, eccemas, dermatitis, etc. Y desde hace unos años contamos como los llamados corticoides 'soft' o 'suaves': son moléculas que tienen la ventaja de ser más eficaces para disminuir la inflamación en la piel que las cortisonas tradicionales, con la ventaja de que tienen menos efectos secundarios. Por ello no tiene sentido no usar estas cremas durante cortos periodos de tiempo en determinadas reacciones de la piel, ya que la eficacia es muy alta y los efectos secundarios inexistentes.

En resumen, la cortisona ha salvado y sigue salvando muchas vidas. Hoy es la primera molécula que se ha demostrado eficaz para prevenir la mortalidad en pacientes covid, como hemos dicho anteriormente. Si tu médico o tu dermatólogo te recomienda cortisona, no lo dudes, utilízala. A dosis bajas y con periodos de descanso es un fármaco muy seguro y efectivo. Yo recomiendo cortisona a mis hijos cuando tienen dermatitis, picaduras, picores, quemaduras, etc.

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